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¿Sony prepara el desembarco de una nueva versión de su consola de actual generación? La noticia saltaba y se propagaba por la red hace tan sólo unos días. Fuentes independientes consultadas por Eurogamer han confirmado que el proyecto existe. También un medio generalista como The Wall Street Journal lo da por hecho. A día de hoy Sony no ha confirmado ni desmentido estas informaciones. Permanece agazapada, sin soltar prenda, a la espera del instante propicio.

Por el momento los detalles son ciertamente borrosos, pero dejan un nombre y algunos retazos de sus posibles características. La máquina se conoce, al menos en clave, como PlayStation 4k. Según las informaciones filtradas, este modelo incluirá algunas mejoras técnicas con respecto a la PlayStation 4 original, ya que montará una GPU más potente. Se habla de juegos a resolución 4k, aunque cuesta creer que vaya a correrlos de forma nativa.
Desde hace un tiempo se percibe un cambio en el modelo de negocio que ya está muy presente en la industria de la telefonía móvil. A muchos clientes les quema la novedad y por sus manos pasan multitud de terminales en periodos cada vez más cortos de tiempo. Usar y tirar. O casi. Embobados por la tecnología, lo nuevo, lo que está en boca de todos, desplaza a productos con muy pocos meses de antigüedad.  Grandes compañías como Apple o Samsung han sabido crear con maestría esa necesidad de cambio que carcome a no pocos usuarios.
Phil Spencer, máximo responsable de la división de Xbox, calificó el sistema actual de generaciones de “obsoleto” y ya dejó entrever, sin afirmarlo tajantemente, que Xbox One podría tener mejoras de hardware en el futuro. Pero el pionero en consolas no ha sido ni Microsoft ni Sony, sino Nintendo. En un movimiento muy criticado, la compañía de Mario y Zelda sacó al mercado la New Nintendo 3DS. La máquina, más potente que los modelos anteriores, llegó con un único juego exclusivo: el port de Xenoblade. Ahora mismo no hay ningún otro anunciado, y el plus de potencia de la nueva versión mejora el rendimiento en algunos títulos específicos.
El movimiento de Sony con PlayStation 4k quizá suponga un intento de integración de PlayStation VR, el sistema de realidad virtual en el que la gigante japonesa trabaja desde hace años y que comercializará el próximo mes de octubre. Esta tecnología exige resoluciones altas, y por lo tanto, hardwares relativamente avanzados. PlayStation 4 anda un poquito justa, más si la comparamos con los productos que está desarrollando la competencia para PC.
Las magníficas ventas de la consola difícilmente pueden traducirse en una intención deliberada de fragmentar el mercado. Me inclino hacia un modelo parecido al de 3DS, con pocos o ningún juego exclusivo y ciertas mejoras en el rendimiento de algunos juegos. Pero hasta que Sony no rompa su silencio seguiremos nadando en aguas turbias. Posiblemente tengamos que esperar unos meses para conocer detalles de primera mano. Según The Wall Street Journal, fuentes cercanas apuntan a que el anuncio se producirá antes del lanzamiento de PlayStation VR.  Yo por el momento detengo todos mis planes de comprar la consola hasta nuevo aviso.