El pasado martes se perpetró otro repugnante atentado yihadista en suelo europeo. La alerta sobre posibles ataques terroristas llevaba activa desde los acontecimientos de París. Sin embargo, una vez más, las excepcionales medidas de seguridad han sido burladas por un atajo de ignorantes dispuestos a todo. Y es que cuando alguien está preparado para inmolarse y causar la mayor masacre posible, la seguridad total queda fuera de cualquier ecuación.